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La pregunta sobre cuándo comienza la vida humana, es sin lugar a duda es uno de los dilemas más complejos en la historia de la humanidad, pues el comienzo de la vida es el punto de partida y el pilar fundamental de todo lo que nos define como personas y sociedad. En los últimos años los avances en ciencia y tecnología nos han acercado con mayor precisión frente al tema, pero irónicamente el debate político y legal está muy lejos de la realidad científica. 

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Desde una perspectiva provida, hay distintos fondos argumentativos para la defensa de un mismo fin: el respeto a la vida desde su concepción. El término “provida” no existe para la Real Academia española (RAE). Aun así, es la forma en que este movimiento se nombra así mismo. Apelando a su idea de estar a favor de la vida. Esta noción habla de quienes defienden a pesar de distintos factores comprobados científica y psicológicamente que son perjudiciales al tener un hijo no deseado, para la mujer portadora. 

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En el momento de la concepción sucede la unión del gameto masculino y el gameto femenino y la formación del óvulo fecundado que es una entidad genéticamente diferenciada de los dos gametos. Para el embriólogo Keith L. Moore: "Un embrión, un nuevo ser humano, viene a la vida cuando un zigoto es producido en la fertilización por la combinación de un espermatozoide y un óvulo" Cuando estas dos células se unen en la concepción aportando respectivamente su carga genética de 23 cromosomas, comienza la vida del nuevo ser con sus 43 cromosomas. Y es que la célula tiene el potencial y la información genética necesaria para llegar a ser lo que en nueve meses será un bebé. A partir de dicha fecundación el organismo se desarrollará desde sus posibilidades genéticas para ser un ser humano único e irrepetible de la especie homo sapiens.
 

Existen tres procesos; el primero es la coordinación, hay eventos de coordinación entre esas células que van aumentando, entonces las células empiezan a interactuar y se va formando tejido, órganos y de ahí se entiende como un proceso continuo de desarrollo, no hay lugar en el tiempo gestacional en el que dicho organismo vivo detenga su coordinación genética para su desarrollo. En todo momento se puede decir que el organismo es el mismo desde la fecundación, pues durante la etapa gestacional solo está desarrollando su carga genética. Pero otros opinan que la vida comienza cuando se escuchan los latidos del corazón aproximadamente 10 semanas después de la concepción, otros creen que es cuando se corta el cordón umbilical e inclusive están los que afirman que la vida y la categoría de ser humano empieza a partir de la existencia de pleno sentido del tiempo y el espacio y el uso de la razón. Pero la ciencia ha demostrado que la vida humana empieza mucho antes de las visiones anteriormente mencionadas. Una vez se une el óvulo y el espermatozoide de los dos seres humanos, surge una nueva realidad, que es una personeidad, esto entendido desde la perspectiva del filósofo Xavier Zubiri, como: “la fuente más profunda de la vida humana, el inicio, la raíz”. Es decir, esa unión que lo conforma permite entenderlo como un ser humano, pues tiene el contenido que le concederá desarrollarse física y racionalmente. 

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Los movimientos proelección frecuentemente apelan a la decisión intrínseca de la mujer como portadora, para el profesor Ballesteros el feto no se determina por el espacio que habita y cita a unos cuantos autores para ilustrar su posición: "No es la anidación lo que hace al embrión ser un embrión, como no es la leche materna lo que hace del niño un niño, pese a que el embrión y el niño no sobrevivirán sin anidación y sin leche. El embrión tiene en sí el principio constitutivo del propio ser, aunque depende extrínsecamente del útero" (Sgreccia, p. 374). El embrión necesita un ambiente, pero para desarrollarse él por sí mismo (Rager, p. 1059). El embrión es un ser viviente completo en devenir. Tiene en sí el poder de pasar de la potencia al acto. El ambiente no le proporciona la forma o la esencia, sino los materiales (el alimento). (Lombardi, p.156)”. Es decir, para los movimientos provida y un sector de la ciencia el organismo es en sí mismo es una realidad, no puede ser entendido como una posibilidad de vida. Lo que es un argumento de los movimientos proelección, donde sostienen que el organismo empieza hacer una realidad por estar dentro del tejido que lo recubre y al cumplirse un número de semanas donde el feto ya se encuentra comprendido dentro de su desarrollo con un corazón que late y una forma distinguible dentro de las características humanas. 

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Por su parte, los movimientos provida no solo se atañen a la evidencia científica, sino que incluso puede llegar a ser el argumento secundario de defensa por la vida. El razonamiento y la base argumentativa para el respeto de la vida de un feto también se presenta desde una realidad religiosa. Y es que desde las religiones el aborto, es tratado con grados mayores o menores de gravedad. El judaísmo o el Islam acogen la posibilidad de abortar en casos específicos, como la violación o si la madre se encuentra en riesgo, mientras que otras se oponen del todo. Como la iglesia católica hasta hace muy poco, pues el Papa Francisco aceptó perdonarlo, pero son pocos los casos en los que el perdón del pecado religioso se ha llevado a cabo. Para la iglesia católica, la vida inicia desde la fecundación y es por esto, que el aborto es considerado un asesinato y se encuentra entre los pecados ex comulgables de la organización. Y solo algunos actores dentro de la iglesia pueden perdonar ese pecado: debido a su gravedad. 

Pontífices como Benedicto XVI, durante su espacio papal hizo especial énfasis en la objeción de conciencia y el compromiso de los médicos del mundo con la vida. Por su parte, el papa Juan Pablo II, fue un impulsor del desarrollo de la bioética y su relación con la fe y la ciencia, caracterizándose por desacreditar el aborto y la anticoncepción. Por último, el actual líder de la iglesia católica Jorge Mario Bergoglio o Francisco en un inicio sorprendió por cuestionar a la iglesia e intentar iniciar el proceso de repensar sus visiones y prácticas, pero esto no duró mucho. Pues durante su papado ha hecho referencia al tema del aborto como: “suscita horror sólo el pensar en los niños que no podrán ver nunca la luz, víctimas del aborto”. También afirmó: “El nonato en el seno materno es el inocente por antonomasia, el aborto y el infanticidio son crímenes abominables”. Los creyentes de la iglesia católica, la organización religiosa con mayor número de fieles en el mundo, tienen como líderes antiabortistas desde su base filosófica propia, basándose en pasajes bíblicos y estudios científicos impulsado por la iglesia: argumentan en defensa de entender la vida desde la concepción. 

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Los grupos y organizaciones provida desde sus creencias religiosas buscan darle sentido y validez. Desde la creencia religiosa y en algunos casos con evidencia científica de un sector de dicha comunidad. La defensa de la vida se encuentra por encima de problemáticas externas que afecten a la madre o a su espacio social.  

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